Jordania
Informaciones generales
Petra, el desierto de Wadi Rum, Jerash, los arrecifes coralinos del mar Rojo o la tranquilidad sedante del mar Muerto y unas comunicaciones mas que aceptables, debía ser justificación suficiente para que este país estuviese plagado de turistas. Pero los conflictos políticos y militares de las naciones vecinas reducen enormemente el número de visitantes del país. Por otro lado, hacen que el visitante no sienta el agobio del turismo de masas.
Jordania, país en vías de desarrollo pero pobre en recursos naturales, posee una economía más equilibrada que la de sus vecinos árabes: agricultura, minería, turismo y una industria, que empieza a iniciarse, son los pilares de este país. Aunque existe otro pilar oculto en el desarrollo de Jordania: las divisas de la emigración.
La apuesta jordana por el turismo se basa en unos precios adecuados y unos servicios en constante mejora, que unidos a la amabilidad y hospitalidad de sus gentes aseguran un futuro prometedor a este pilar de su economía.
Información práctica
Superficie: 90.000 km² (el equivalente a Andalucía).
Población: 5 Millones de habitantes.
Capital: Ammán
Nacionalidades y etnias: árabes (beduinos 40% y 60% de palestinos, muchos de ellos refugiados del conflicto israelí), circasianos, chechenos y armenios (procedentes del Cáucaso en migraciones del siglo XIX)
Idioma: árabe, inglés
Religión: 95% musulmanes sunitas, 5% cristianos ortodoxos
Régimen político: monarquía constitucional (caminado hacia la democracia)
Hora local: GMT+2
Electricidad: 220 V y 125 V, 50 Hz (enchufes de clavija plana)
Pesos y medidas: métrico
Moneda: Dinar Jordano (JOD)
Visados: El visado se puede conseguir en la frontera, en el aeropuerto de llegada o en los consulados de Jordania. Tienen una validez de dos semanas desde el día de llegada, susceptible de ser ampliada a tres meses. El coste depende del país de origen: los viajeros de determinadas nacionalidades pueden entrar sin cargo, los españoles pagan 10 dinares jordanos (JOD), aproximadamente. El pasaporte deberá tener una validez mínima de seis meses. A la salida del país, en el aeropuerto se pagan tasas por unos 10 dinares. Todas las tasas se pagan en JOD, pero no reviste problemas porque existen oficinas de cambio en fronteras y aeropuerto.
Condiciones sanitarias: Por lo general son buenas, no hay ningún riesgo específico, pero por precaución el viajero puede vacunarse contra la hepatitis, la fiebre tifoidea, la polio, el tétanos y la difteria. Las farmacias se encuentran bien abastecidas y el desarrollo hospitalario es adecuado al económico.
En los restaurantes caros se espera que el cliente deje una propina de un diez por ciento, pero en los modestos no exigen propinas. El regateo es posible cuando se trata de recuerdos o hoteles baratos, pero los precios no suelen bajar en mas de un 30%. En otros establecimientos no es habitual.
Cuándo ir
La mejor época para visitar Jordania es la primavera o el otoño, cuando se pueden esquivar el sol del verano y los vientos del invierno. El invierno puede ser muy frío en el centro y norte del país, incluido Petra y Jerash. La zona del golfo de Aqaba y el desierto de Wadi Rum siguen siendo agradables.
Transporte
La red de carreteras es mas que aceptable en todo el país. Las grandes rutas están unidas por buenas carreteras, autobuses de una cierta frecuencia y vehículos de uso privado. Las distancias no justifican el uso del avión en los desplazamientos internos.
Los taxis en Ammán son baratos (bajada de bandera 150 fils), el desplazamiento desde el centro a la mayor parte de los lugares en la ciudad no debe exceder de 2 dinares. Los taxis tienen taxímetro y funciona, cosa distinta es que te den un rodeo para ir a tu hotel.
En Wadi Run hay que alquilar un todoterreno para adentrase en el desierto. Existen unos precios oficiales dependiendo del destino y se deben contratar en el Centro de Visitantes. Por unos 30-40 dinares se pueden visitar parajes bastante apartados.
Internet está ampliamente difundido por la capital y Petra y en los hoteles medios y de mas alto standing existen salas para conectarse.
Qué ver
Ammán
La capital jordana es el principal punto de entrada de los turistas extranjeros, a través de su aeropuerto Reina Alia, que dista 25 km del centro. La ciudad es una mezcla de tráfico poco ordenado y de urbanismo mal planificado, pero es, sin embargo una ciudad agradable y hospitalaria, de vivos mercados. Aunque cuenta al menos con 5.000 años de antigüedad, su crecimiento vertiginoso se produce a partir de los años 50 y con sucesivas oleadas de palestinos huyendo de los conflictos con Israel. Está plagada de ruinas romanas, incluidas una fortaleza (la ciudadela) y un foro. El centro urbano se encuentra a los pies de siete, y es la zona de los hoteles más baratos, las oficinas de cambio, los mercados, los bancos y los focos de interés turístico. Los establecimientos lujosos y las embajadas se ubican en la colina principal, Jabal Ammán.
El reconstruido teatro romano, está al este del centro urbano y es el resto más impresionante de la ciudad romana de Filadelfia. Construido en el siglo II d.C., tiene capacidad para 6.000 personas y está excavado en la ladera de una colina que antes había servido de cementerio. Esta edificación alberga dos museos: el Museo del Folclore y el Museo de joyas y trajes tradicionales. Al Este se localiza el Odeón, erigido hacia la misma época y utilizado para manifestaciones musicales. La principal fuente de la ciudad o nymphaeum queda a unos 300 metros al oeste. Al norte, dominado la ciudad baja, se ubica la ciudadela romana, la guarnición de los centuriones. En la actualidad estos edificios son poco más que escombros, pero con los rasgos inequívocos de la arquitectura romana, bizantina y musulmana. En este emplazamiento se encuentra el Museo Arqueológico Nacional. También son interesantes la mezquita Azul (King Abdulah Mosque) y la Mezquita de Hussein.
El centro urbano de Ammán está repleto de hoteles que cuestan a partir de 2 dinares la noche, también está lleno de oficinas de cambio, bancos, restaurantes baratos, puestos de comida rápida al estilo occidental y algún que otro restaurante chino. Para encontrar comida rápida occidental, un restaurante árabe cosmopolita o modernos centros comerciales, hay que encaminarse al Noreste. Para los hoteles y restaurantes más lujosos es recomendable buscar en Jabal Ammán, al oeste del centro urbano.
Petra
En toda Jordania, y quizá en todo Oriente Próximo no hay conjunto monumental tan impresionante como Petra. Fue inscrita en el año 1985 en el catálogo del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Petra fue la capital de los nabateos, un pueblo árabe nómada del siglo II a.C. Es una asombrosa ciudad excavada en la pared de un acantilado. Olvidada durante mil años, no fue redescubierta hasta 1812. Hasta el año 1985 fue el refugio familias beduinas que han sido realojadas en la aldea de Um Seyhun, junto a las ruinas. Pese a que Petra recibe hasta tres mil visitantes diarios, la dispersión de las ruinas hace que el visitante nunca se sienta agobiado por los grupos de turistas.
Para llegar a captar la atmósfera de este sitio es aconsejable pasar aquí un par de días, aunque en un día batante apretado se pueden ver sus monumentos mas significativos. Ubicada en un profundo cañón, y sólo accesible a través de un estrecho y serpenteante sendero (o siq) cavado en la roca, Petra está esculpida en arenisca rosada que adquiere unos tonos de óxido oscuro combinados con bandas grises y amarillas; cuenta con 800 monumentos tallados. La ruina más famosa es el Khazneh, o tesoro, cuya fachada, bellamente esculpida, es lo primero que se ve cuando se sale del Siq. El Monasterio, el edificio más remoto, es igual de imponente, y si se sube por la escalinata de casi 900 peldaños, se obtienen unas vistas impresionantes de los valles anejos y de los propios restos de la ciudad. Otros restos incluyen un anfiteatro con un aforo de ochocientas personas, y el templo de los Leones Alados.
Esta zona se halla en pleno desarrollo de trabajos arqueológicos.
En el pueblo vecino de Wadi Musa, donde se encuentran los servicios turísticos, se están construyendo muchos hoteles adaptados al turismo más exigente y variopinto. También hay multitud de restaurantes, lugares de acceso a Internet, mercados y puestos callejeros. El viaje hasta Ammán, de la que dista 150km ,dura unas 3 horas y discurre mayormente por la autovía de la capital a Aqaba.
Wadi Rum
Wadi Rum, también conocido como Wadi Ram, cuenta con algunos de los paisajes de desierto más espectaculares de toda Arabia. Las montañas de colores cambiantes con la luz del día emergen de forma vertical de la llanura arenosa. Lawrence de Arabia pasó buena parte de su tiempo aquí, y muchas de las escenas de la película de David Lean se filmaron en esta zona. Wadi Rum es un paisaje de extrañas formaciones rocosas ascendentes y descendentes, conocidas como jabals. Aunque cada vez recibe más turistas, no ha perdido un ápice de su majestuosidad. No hay hoteles, pero si abundan los campamentos, algunos con magnífico acondicionamiento.
Alrededor de la aldea de Rum, o Ram, existen enclaves dignos de una visita. El pozo de Lawrence es un manantial a 2 km al Suroeste; sólo es un estanque, pero las vistas desde allí son impresionantes, así mismo existen en ese mismo lugar y en toda el area circundante, grabados rupestrestamúdicos y cúficos.
Aunque los nabateos también erigieron un templo en Rum, que data del siglo I, la verdadera atracción es el desierto mismo, en el que el viajero se adentra en un vehículo todoterreno o en camello. Algunos sólo se quedan unas cuantas horas, pero si se contrata a un guía vale la pena realizar una excursión de varios días, pernoctando con familias beduinas o acampando en el desierto.
Desde Amman, el viaje suele durar unas 4 horas, casi todo por la autovía a Aqaba. Otra actividad que está cobrando auge es la escalada de montaña. Jabal Ram, el principal desafío de la zona, es el segundo pico mas alto de Jordania.
Jerash
A 50 km al norte de Ammán se halla Jerash, una ciudad romana muy bien conservada. La zona ha sido habitada desde el Neolítico y perteneció a la Decápolis, bajo el dominio del emperador Pompeyo, una liga comercial de diez ciudades a través de todo Oriente Próximo. Jerash alcanzó su esplendor a principios del siglo III, pero comenzó a decaer después de sufrir una serie de invasiones cristianas y musulmanas, seguidas de un terremoto en el año 747. Aunque las excavaciones empezaron en la década de 1920, se calcula que sólo un veinte por ciento de la ciudad ha sido descubierta. La entrada de Jerash fue antaño un Arco de Triunfo pero actualmente se accede por la Puerta Sur. Dentro de la muralla urbana se puede admirar el Templo de Zeus y el Foro, con forma oval. Detrás del templo está el Teatro del Sur, construido en el siglo I, que tuvo capacidad para unos cinco mil espectadores, y más al norte se levanta la calle de las columnas de 600 m de longitud. El edificio de mayores dimensiones es el templo de Artemisa, en el centro.
En Jerash no abundan los establecimientos hoteleros, pero se puede conseguir una comida moderadamente cara de bufe en el restaurante que existe junto a la entrada de los restos arqueológicos o tomar un tentempié callejero.
Esta excursión de un día es fácilmente organizable, por autobús o taxi desde Ammán, aproximadamente a una hora de camino.
Madaba
Madaba, mencionado en la Biblia, es un pueblo a 30 km al sur de Ammán, muy conocido por sus mosaicos de la época bizantina así como el cercano y mítico Monte Nebo. El más destacado es el mapa de Madaba, del siglo VI, formado por dos millones de piezas; muestra el Nilo, el mar Muerto y Jerusalén, incluida la iglesia del Santo Sepulcro. Este mosaico se halla en la iglesia griega ortodoxa de San Jorge. La mayor parte de Madaba es en la actualidad un parque arqueológico cuidadosamente restaurado, que incluye las iglesias del siglo VII de la Virgen y la del profeta Elías, y el templo de Hipólito. Este último alberga un mosaico que refleja escenas de la tragedia de Fedra e Hipólito. En Madaba hay un par de establecimientos en los que alojarse, o bien se puede tomar un autobús de regreso a la cercana Ammán.
Los castillos del desierto
En el desierto al este de Ammán se yergue una hilera de castillos, obra de la dinastía Omeya del siglo VII. Algunos de ellos eran originariamente edificaciones romanas, y otros de la época de los nabateos. La forma idónea de visitarlos es con un coche de alquiler o en taxi. Los castillos principales se pueden visitar en un día, sin salirse demasiado de la carretera, pero si se aspira a recorrer todo el conjunto habrá que prever un par de días, un vehículo todoterreno y un guía.
A cien kilómetros al este de Ammán, la ciudad oasis de Azraq cuenta con un castillo construido en basalto negro. Éste hizo de cuartel general de Lawrence de Arabia durante la revuelta árabe. Mas cerca de Ammán, el Qsar Amra es el castillo mejor conservado del desierto, es una rareza Omeya con muros cubiertos de bellos frescos de caza y eróticos, completamente ajenos a la tradición islámica.
Mar Muerto
El Mar Muerto es un lago salado situado entre Israel, Palestina y Jordania a 416 m bajo el nivel del mar. Es el punto más bajo de la Tierra. Tiene unos 76 km de largo y una anchura máxima de unos 16 km; su superfície es aproximadamente de 625 km², aunque sufre un constante retroceso. Recibe agua del río Jordán y de otras fuentes pequeñas. La evaporación es la única perdida de agua importante del lago. Es seis veces más salado que los océanos, por lo que no hay ningún ser vivo salvo turistas y algunos microbios.
Existe una importante red de modernos balnearios alrededor del mar muerto. Al calor de su fama y de la de sus barros, se están explotando una incipiente industria de productos naturales: jabones, barros, mascarillas y cosméticos.
Aqaba
Jordania solo posee 30 Km de costa, alrededor de la ciudad de Aqaba, que da nombre al ocluido y famoso golfo sobre el que se abre. Pese a su escasa longitud esta franja de mar posee uno de los más bellos arrecifes del Mar Rojo, entre los mas apreciados por los buceadores. La ciudad y el litoral circundante, poblados de complejos hoteleros de primer orden, están unidos a la capital por autovía (unas 5 horas) siendo esta la principal arteria de comunicación del país.